martes, 30 de abril de 2013

La zona de confort


Ese estado que consigues cuando has podido encajar todas las piezas en tu vida, trabajo, familia, amigos, aficiones.

Ese estado que persigues, y que cuando eres capaz de conseguirlo lo disfrutas, lo saboreas......, en un momento determinado se vuelve peligroso. Es un estado de tranquilidad, de paz, de....confort que se puede volver adictivo.

Cuando pasas mucho tiempo en él piensas que es el estado ideal, que es la mejor manera de vivir. Y es, a partir de ese momento, cuando empiezas a sacrificar muchas cosas por seguir en esa zona, en la zona de confort.

Empiezas a pensar que lo importante es mantenerte ahí, justo ahí, porque en el momento que te sales, te sientes incómodo, molesto, tenso, ansioso, y eso no te gusta.

Empiezas a vivir como un autómata, tiendes a manejarte dentro de esa zona de confort como con  piloto automático. Y es justo en ese momento, cuando empiezas a morirte un poco, empiezas a morirte en vida. Porque ya no vives, simplemente, tratas de mantenerte en esa zona.

Tus reacciones, pensamientos, acciones están encaminados de manera inconsciente a permanecer entre los márgenes del confort.

El problema surge cuando de repente aparece algo en tu vida que realmente te hace sentir vivo. Vivo de verdad. Y desconectas el piloto automático, y como consecuencia, atraviesas los límites de esa zona de confort. Te hace sentir incomodo, raro, porque ya has perdido el hábito de vivir fuera de la zona confortable.

Pero se te olvida, que lo que nos hace evolucionar, lo que nos hace avanzar, descubrir cosas que nos sorprendan, es precisamente salir, vivir, a pesar de no sentirnos tan cómodos.






Tal vez renunciamos a "las cosas mágicas" por mantenernos en nuestra zona de confort. Y la vida está llena de cosas mágicas, de personas mágicas, de experiencias mágicas. Así que hay que vencer la pereza, vencer los miedos, salir y experimentar, a veces para bien y en ocasiones para aprender, pero siempre, siempre enriquecedor.

He decidido no quedarme dentro de esa zona, porque si me quedara, si lo hiciera.....estaría viviendo Malamente.




viernes, 19 de abril de 2013

Pedir Perdón


Es curioso, pero en algunas ocasiones me han entrado muchas de ganas de pedir perdón, de reconciliarme con el mundo, mas concretamente con algunas personas, mas concretamente con ex-parejas.

Pienso que puede ser porque el tiempo, esa distancia que pone el tiempo en las cosas, te hace verlas desde otro ángulo. Desde una perspectiva distinta.

Hoy escribo sobre esto porque esta mañana gracias a las nuevas tecnologías he podido reconciliarme, conmigo mismo y por supuesto con una persona, una ex-pareja.

Esta mañana he abierto facebook, y como no sé manejarlo muy bien, sin darme cuenta me ha aparecido un mensaje escrito hace 6 meses de una ex, en la que me decía que me había encontrado por casualidad mientras buscaba al padre de una amiga. Y me preguntaba que como me iba la vida.

La vida te pone delante a determinadas personas, y la vida también te aparta de ellas, el caso es que esta persona y yo mantuvimos una relación hace 12 o 13 años. Me enamoré de ella nada mas verla, sus gestos, su sonrisa, su forma de hablar etc..Pero a la vuelta de 2 años, tal vez por mi culpa....bueno no, en realidad, por mi culpa, nos separamos.

Quizás yo tuviera razones para ello, o tal vez no. Pero el caso es que hace un tiempo sentí la necesidad imperiosa de pedirle perdón, también sentí la necesidad de recordarle cuanto la quise. Recordarle que me enamoré de ella hasta los huesos y recordarle también que disfrutamos de buenos momentos y disculparme por el daño que la pude hacer.

La idea de hacerlo me llevaba rondando la cabeza unos meses, pero uno nunca encuentra tiempo para hacer estas cosas, máxime si resulta que en la actualidad uno vive a 2.500 Kilómetros del otro. Además no tienes su teléfono, ni su correo electrónico, para hacer un intento.

Y la vida, te vuelve a poner "delante" a esta persona, y sin dudarlo un solo segundo, aproveché la oportunidad, primero de retomar el contacto, y segundo, la oportunidad de "saldar cuentas", de decirle cosas que en su momento no le dije. Ha tenido que pasar mas de una década para poder decirle un simple "te quise muchísimo", o un simple "siento mucho mucho el daño que te hice". Decirlo sin vergüenza, a pecho descubierto.

Es curiosa su reacción también, un ¿quieres matarme?




Y bueno, reconozco que me siento mucho mejor. Hemos recordado los buenos ratos pasados juntos. También las pequeñas broncas, pero las hemos recordado sin rencor, las hemos recordado con cariño, riéndonos.

Tal vez sea la edad, la experiencia, la conciencia, ¿la madurez?, esta última creo que no...pero bueno en fin que ha sido todo un alivio para mi poder PEDIR PERDON, porque si no lo hubiera hecho, estaría viviendo Malamente......